En la conferencia matutina, el secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Rogelio Ramírez de la O, aseguró que la administración actual ha logrado mantener la deuda pública estable mediante una gestión efectiva de ingresos y gastos. Ramírez de la O subrayó que la deuda, que actualmente representa el 48.6% del Producto Interno Bruto (PIB), se mantendrá en este nivel hasta el final del sexenio.
El secretario destacó que este nivel de deuda es inferior al límite del 48.8% aprobado por el Congreso para el año en curso. Gabriel Yorio, subsecretario de Hacienda, complementó esta información señalando que, a pesar del aumento de la deuda durante la pandemia —de 43.2% a 50.2% del PIB—, la administración actual ha incrementado la deuda en solo 4.9 puntos porcentuales, un incremento mucho menor en comparación con otros países.
Ramírez de la O enfatizó que no se requiere una reforma fiscal para aumentar los ingresos; en cambio, se deben seguir optimizando los recursos actuales. Destacó que, por instrucciones del presidente López Obrador, se han implementado medidas para asegurar una deuda pública estable y sostenible, y resaltó la confianza de los inversionistas en el mercado mexicano.
En su presentación, el secretario de Hacienda presentó los cuatro pilares de acción de su dependencia: apoyo a ingresos familiares, reforzamiento de la oferta, desarrollo regional y finanzas públicas. Afirmó que este modelo de gestión es único de la administración actual y no sigue reglas internacionales preestablecidas.
Por su parte, Gabriel Yorio, subsecretario de hacienda, mencionó que la administración actual ha logrado una reducción histórica en la deuda externa. La deuda externa representa solo el 15.7% del total de la deuda federal, una disminución significativa en comparación con las últimas dos décadas. Además, se ha reducido el endeudamiento neto con organismos internacionales en un 94%, comparado con administraciones anteriores.
El secretario Ramírez de la O también anunció que se ha logrado mantener una política de endeudamiento que no represente una presión futura sobre las finanzas del país. Esta estrategia ha permitido que México tenga un portafolio diversificado en mercados nacionales e internacionales, favoreciendo mejores condiciones de financiamiento y manteniendo la confianza de las calificadoras y los inversores.