El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, y su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, mantuvieron este viernes una conversación “constructiva” centrada principalmente en migración, aseguró la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki.
La reunión virtual entre Biden y López Obrador duró 52 minutos y “la mayor parte de la conversación fue sobre migración“, sobre cómo coordinar una estrategia para “reducir la migración a la frontera” común, recalcó Psaki, poco después de que terminara la llamada.
“El tono de la llamada fue muy constructivo“, añadió la portavoz.
Psaki no aclaró si Biden hizo alguna petición concreta a López Obrador para que refuerce la frontera sur de México e impida el paso de más inmigrantes indocumentados que se dirijan a EU, pero quiso distanciar la postura de su predecesor, Donald Trump (2017-2021).
“Esta no fue una llamada en la que el presidente Biden estuviera amenazando al presidente mexicano en ningún sentido. Han sido un socio importante (los mexicanos), esperamos que sigan siéndolo y esta llamada se programó en parte debido a la Cumbre de las Américas (que se celebrará en junio en Los Ángeles), pero también porque se acerca el levantamiento del Título 42“, subrayó.
El Título 42 es una medida amparada en la pandemia que impuso el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) en 2020 y que ha continuado bajo Biden.
Esa medida implica que EU deporta automáticamente a la mayoría de los inmigrantes indocumentados que llegan a su frontera sur, sin darles la oportunidad de solicitar asilo.
El CDC anunció recientemente su plan de rescindir esa medida el próximo 23 de mayo, pero esa decisión depende ahora de la decisión de un juez de Luisiana, que suspendió por 14 días los preparativos de la Administración para acabar con esa norma.
El magistrado fijó una audiencia para el próximo día 13 de mayo, en la que podría adoptar una resolución definitiva sobre el futuro del Título 42.
Mientras tanto, el Gobierno estadounidense está trabajando con sus aliados en la región “para crear un enfoque más cohesionado y global” para manejar los flujos migratorios en el continente y prevenir una posible llegada masiva de indocumentados a la frontera sur de EU.