#Internacional Proceso legal en Rusia avanza para prohibir cambio de sexo.
La Duma Estatal, la cámara baja del parlamento ruso, ha dado el primer paso
para borrar a la población transexual del país. Los legisladores han aprobado
en la primera de sus tres revisiones un proyecto de ley que prohíbe la transición
de género en los documentos de identidad y el cambio de sexo. Contra el criterio
de la ONU, Moscú anulará un avance social logrado hace 25 años.
“¡No queremos que esto suceda en nuestro país. Que se lleve a cabo
esta política diabólica en Estados Unidos!”, ha clamado el presidente de la
Duma, Viacheslav Volodin, durante la sesión.
La transición de género es legal en Rusia desde 1997, cuando Moscú
adoptó aprobó la ley federal sobre las actas de estado civil. Hasta ahora,
las personas trans debían obtener un certificado médico que acreditara
su transexualidad (aunque la transexualidad no es considerada como
una enfermedad desde 2018, cuando la OMS decidió sacarla del listado de
patologías). Tras un arduo proceso para recibirlo, estos ciudadanos
podían cambiar sus documentos de nacimiento y pasaporte, y, si lo
deseaban, recibir un tratamiento hormonal y la cirugía.
“El proyecto de ley establece la prohibición total de las intervenciones
quirúrgicas” dirigidas a la reasignación de sexo, y la exclusión del registro
estatal de la reasignación de género sin cirugía”,
recoge el comunicado del parlamento, donde se subraya orgullosamente
que “casi 400 diputados de todas las facciones se han convertido en
autores de la ley”.
La medida afecta igualmente a adultos y menores, aunque el presidente de la Duma
solo ha señalado a estos últimos para justificar su prohibición de la transición de sexo.
“En Estados Unidos, donde se promueven estos nuevos pseudovalores, la
proporción de personas transgénero entre los adolescentes ya es tres veces
mayor que entre la población adulta. Esto es propaganda”, ha manifestado
Volodin.
La identificación por parte del Kremlin de esta minoría y otros colectivos LGTBIQ
con el enemigo, Occidente, en plena invasión de Ucrania, no es casual. El propio
presidente Vladímir Putin ha señalado a estos ciudadanos como una quinta columna
occidental contra lo que llama “valores tradicionales”, y Moscú ha impulsado una amplia
reforma legal que persigue desde hace meses cualquier expresión pública en su apoyo,
tanto en conversaciones públicas como en obras de arte.
La iniciativa solo permite hacer operaciones quirúrgicas para extirpar “las anomalías
congénitas de los niños” bajo decisión de una comisión médica. Todas las demás
intervenciones que pueden están relacionadas con la transición de sexo quedan
terminantemente prohibidas, incluidas mastectomías, mamoplastias y las extirpaciones
de órganos sexuales.
El proceso del proyecto de ley recoge toda la retórica empleada por Putin en
el último año y su peculiar visión de Occidente. Incluso en su discurso sobre la
anexión de los territorios ocupados en Ucrania, el mandatario aseveró que las
familias.