Buffalo, Estados Unidos.- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, denunciará este martes en Buffalo el racismo que costó la vida a 10 afroestadounidenses y pedirá al Congreso una mayor regulación de las armas de fuego, algo que seguramente caerá en saco roto.
Biden pasará unas horas en esta ciudad del extremo norte del estado de Nueva York, en la frontera con Canadá.
El mandatario, de 79 años, quiere “compartir el dolor” de las familias y “reconfortarlas“, dijo el lunes su portavoz Karine Jean-Pierre.
Acompañado de su esposa Jill Biden, el demócrata se reunirá con supervivientes y pronunciará un discurso en el que calificará la matanza “como lo que es: terrorismo motivado por una ideología del odio perversa, una ideología que desgarra el alma de nuestro país”, según un responsable de la Casa Blanca.
“Va a instar a los estadounidenses a que no dejen ningún resquicio al odio y huyan de las mentiras de la animosidad racial que radicalizan, nos dividen y conducen a la violencia que hemos visto”, agregó dicho responsable.
El país de 330 millones de habitantes está corroído por el racismo y la violencia de las armas de fuego.
También sufre divisiones culturales que transforman en campo de batalla reuniones de padres de alumnos, diferencias ideológicas, o hasta el aborto, cuyo debate acaba de ser reabierto.
Armas de fuego
Biden, sabedor de que su partido demócrata no dispondrá de mayoría suficiente, quiere pese a todo instar al Congreso a “actuar para que las armas de guerra no circulen en nuestras calles” y para que las “armas de fuego no caigan en manos de criminales o de personas que sufren enfermedades mentales“.
El presidente pide desde hace tiempo que se prohíban los fusiles de asalto como los utilizadas el sábado. Es lo que hizo Nueva Zelanda después de la matanza racista contra mezquitas en Christchurch en 2019, una matanza que habría inspirado al presunto asesino de Buffalo, Payton Gendron, de 18 años.
Biden querría hacer obligatoria la verificación de antecedentes penales y psiquiátricos de las personas que compran armas de fuego.
Pero todas estas iniciativas se han topado con la oposición republicana muy apegada al derecho constitucional de portar armas, y con el poderoso lobby del sector, la NRA.
La organización Gun Violence Archive ya censó más de 200 “tiroteos de masas” en lo que va de año.
“Motivado por el odio”
Una de las más graves matanzas se produjo el sábado por un joven blanco con fusil de asalto, que mató a 10 afroestadounidenses en un supermercado de Buffalo, “un crimen racista motivado por el odio“, según las autoridades.
Antes de la matanza, Payton Gendron publicó un manifiesto racista de 180 páginas, en el que se define “fascista“, “racista“, “antisemita” y se reclama adepto de la teoría conspiracionista del “gran remplazo“.
Biden suele recordar que decidió lanzarse a la carrera por la Casa Blanca después de la manifestación de la extrema derecha en agosto de 2017 en Charlottesville (Virginia, sur). Una mujer perdió la vida atropellada por un neonazi que embistió con su auto a un grupo de antirracistas.
El presidente designó un equipo gubernamental que representa todas las minorías y llevó a la Corte Suprema a Ketanji Brown Jackson, primera negra en la institución.
Pero fracasó a la hora de votar una legislación federal que proteja el acceso a las urnas de las minorías, amenazada en los Estados del sur en manos republicanas.